La covid-19 ha acelerado los cambios en la gestión del tiempo de trabajo. El teletrabajo ha sido uno de los más relevantes, pasando del 4,3% a superar el 10% en España. Es un nuevo contexto en el que no cabe pensar que las organizaciones no cambian. Antes de la pandemia, el 7% de los ejecutivos consideraba que no había que transformar el trabajo, mientras que el 32% opinaba que había que optimizarlo, otro 32% pensaba que había que rediseñarlo y un 29% incidía en reinventarlo para el éxito futuro.
Noticias de Jornada laboral
La última década ha sido testigo de un gran debate sobre el futuro del trabajo el cual se ha visto acrecentado por la COVID-19. Esta tendencia se puede atribuir tanto a la digitalización como al cambio social.
Este verano, Islandia se situó al frente de muchos titulares debido al éxito del que hasta ahora ha sido el mayor experimento con una jornada laboral de 4 días, un nuevo tipo de propuesta laboral que en España se lleva debatiendo meses desde la propuesta inicial Más País y que ya han adoptado de forma todavía muy primigenia algunas empresas -entre las que está Telefónica- en varios países.
Desigual puede convertirse en la primera gran firma de moda en adoptar la jornada laboral de cuatro días semanales, con descanso de viernes a domingo, si así lo aceptan los 502 empleados de sus oficinas centrales a los que propuso este miércoles la medida, y que son más del 90% de la plantilla de su sede.
El debate sobre la jornada laboral de 4 días a la semana lleva encendido desde hace ya bastante tiempo. Primero con la proposición llevada a cabo ya el año pasado por el partido de Íñigo Errejón Más País, después con varios experimentos internacionales, y también con algunas empresas españolas que lo han puesto encima de la mesa.
La jornada laboral es uno de los aspectos que regula el Estatuto de los Trabajadores, de forma que se garantice el derecho del ciudadano a descansar después de desempeñar su empleo. La normativa afecta a todos los trabajadores, aunque existen diferencias en función de la profesión que realizan.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha afirmado este jueves que la ley de usos del tiempo "va a ser muy importante", pero las negociaciones con los agentes sociales para la elaboración del texto quedarán relegadas a 2022.
La jornada laboral de los trabajadores es, con carácter general, de 40 horas semanales. Es el periodo de referencia para una jornada completa (al margen de las horas extraordinarias) y que sirve para determinar también las jornadas a tiempo parcial, pero en ocasiones no aplica para aquellos trabajadores que desempeñan ciertas profesiones.
El fin de la mayoría de restricciones y el avance de la vacunación está haciendo que la vuelta a la oficina y al puesto de trabajo tradicional se haya acentuado este año en la autonomía, según recoge un estudio de la consultora de Recursos Humanos Adecco.
La plantilla de la sede de Desigual ha aprobado reducir su jornada laboral a cuatro días semanales, tras aceptar la propuesta de la empresa con un 86% de los votos, por encima del 66% que se requería para adoptar la medida, y con una participación del 98% en la consulta celebrada este jueves.
A la hora de ofrecer condiciones laborales, parece cada vez más claro que las empresas saben que la pandemia ha provocado un cambio de contexto en el que los empleados valoran cada vez más la flexibilidad.
Podemos propone para el horizonte 2030 reducir la jornada laboral a 30 horas semanales con carácter general, alcanzar un salario mínimo interprofesional (SMI) superior a los 1.500 euros, fijar un impuesto a la banca y extender los permisos de maternidad a 12 meses.
Los trabajadores alemanes aun padecen viejos vicios propios de la época que tuvo a Alemania dividida en dos. Más de 30 años después de la caída del Muro de Berlín, muchos trabajadores aún sufren desigualdades laborales. El fabricante automovilístico BMW ha decidido que es el momento de revertir la situación e igualar las condiciones, según ha anunciado este viernes.
La semana laboral de cuatro días ha copado muchas conversaciones en los últimos meses. Desde las primeras empresas que la pusieron en marcha, pasando por el experimento luego tildado de poco trasladable a otros estados de Islandia, y acabando por las propuestas españolas que ya empiezan a moverse, la última de ellas en la Comunidad Valenciana.
Gran parte de del tejido empresarial occidental está debatiendo sobre los beneficios de la famosa jornada laboral de cuatro días, una reducción de las horas de trabajo que, a priori, aumentaría la productividad. De hecho, España es uno de los países en los que el debate está más candente después de que el Gobierno haya pactado un programa piloto dotado con 10 millones de euros para 2022.
Una de las ideas principales del discurso en torno a los nuevos estilos de liderazgo es la de que un manager debe ser capaz de admitir que no lo sabe todo. Es un planteamiento razonable y sin duda necesario, pero en la práctica es bastante complicado en la mayoría de las organizaciones.
En los últimos meses se ha hablado hasta la saciedad de la semana laboral de 4 días. Ahora, el modelo de una jornada laboral de 7 días, aparece también como alternativa. Tranquilidad, que no propone trabajar de lunes a domingo todos los días.
La jornada laboral de 4 días fue una de las grandes conversaciones en el mundo laboral. Islandia se situó al frente de muchos titulares debido al éxito del que hasta ahora ha sido el mayor experimento con ella (que luego tuvo sus peros), un nuevo tipo de propuesta laboral que en España se lleva debatiendo meses desde la propuesta inicial Más País y que ya han adoptado de forma todavía muy primigenia algunas empresas -entre las que está Telefónica o Desigual- y otras tantas en varios países.
El ser humano no se siente cómodo con los cambios ni en los entornos de incertidumbre. Aunque como nos recuerda Darwin, solo sobreviven, no solo los más fuertes sino los que mejor se adaptan.
El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que dirige Reyes Maroto tiene paralizado el proyecto piloto para la concesión de subvenciones destinadas a financiar a las empresas que voluntariamente ejecuten planes destinados a reducir la jornada laboral de 32 horas repartidas en cuatro días semanales para estudiar sus efectos, según explica Héctor Tejero, diputado a la Asamblea de Madrid por Más País y responsable de la ejecución del acuerdo firmado con el Gobierno para estudiar la implantación de la jornada de cuarto días.
Parecía que durante un tiempo el debate sobre la jornada laboral de 4 días había quedado en punto muerto. Sin embargo, una nueva propuesta llegada desde Bélgica lo ha revivido.
Conciliación, mayor productividad o mejor salud mental en el trabajo y menor estrés. Esos son los grandes argumentos a favor de todos los experimentos que se están haciendo en torno a la jornada laboral de 4 días, que en España también están en camino.
Llevamos meses hablando de una posible implantación y las ventajas e inconvenientes que tendría una semana laboral de 4 días. Tras varios experimentos, empresas que han apostado por ella (algunas reduciendo sueldo y otras no) y también propuesta de momento congeladas en España, el último intento ha llegado desde Bélgica.
El pasado mes de febrero, el Gobierno de coalición de Bélgica acordó la aprobación de una jornada laboral de cuatro días que sustituiría la actual de cinco. De esta manera, el ejecutivo del país europeo, persigue la flexibilización del mercado de trabajo para alcanzar una tasa de empleo del 80%, nueve puntos por encima del 71% con el que cuentan ahora.
El Covid-19 ha provocado un cambio en las tendencias de empleo. La llegada del teletrabajo y la flexibilización de horarios ha conseguido que muchos trabajadores busquen empresas que ofrezcan mejores condiciones de trabajo. En este sentido, Asia ha sido una de las regiones en las que el debate sobre la jornada laboral de cuatro días más se ha intensificado.
California podría convertirse en el primer estado de EE.UU. en tener una semana laboral obligatoria de cuatro días, después de que los legisladores del estado presentaran un proyecto de ley que reduciría la actual semana laboral de 40 a 32 horas, dando a la posibilidad a las empresas de situar las jornadas de trabajo únicamente en 4 días laborables.
Bruselas ignora a la Plataforma per la Llengua
La Plataforma per la Llengua, la organización consagrada a expulsar al castellano de Cataluña, se ha estrellado estos días con su propia irrelevancia en Bruselas. Resulta que la Comisión Europea ha recibido a representantes de la constitucionalista Sociedad Civil Catalana para hablar del incumplimiento de la sentencia sobre del Supremo que obliga a impartir al menos un 25% de las clases en castellano en la comunidad. Pero ha ignorado a la organización que dirige Òscar Escuder, pese a haber pedido un encuentro, según ellos, varias veces. La denuncia la han hecho pública aprovechando una pregunta lanzada en el Parlamento Europeo por el grupo de parlamentarios de JxC sobre el encuentro con Sociedad Civil. La explicación dada en Bruselas es que dicha reunión la solicitó José Ramón Bauzá, eurodiputado de Cs. Por contra, nadie ha avalado a la Plataforma, ni el mismo Carles Puigdemont, muy ocupado para dar oxígeno a una organización que no cuenta con respaldo ni en Cataluña.Según una reciente encuesta de Randstad elaborada en más de 30 países, el 65% de los trabajadores españoles considera más importante su vida personal que la profesional, un porcentaje seis puntos porcentuales superior a la media de todos los países encuestados, situada en el 59%.
La Dirección General de Trabajo de la Generalitat Valenciana ultima las ayudas para las empresas que apuesten por implantar la semana laboral de 4 días. La intención de la Administración valenciana es subvencionar con algo más de 9.000 euros a las empresas por cada persona trabajadora que se sume a la jornada de 32 horas durante tres años.
La semana laboral de 4 días ha dado mucho que hablar en los últimos meses. Desde los experimentos en varios países, las propuestas poco concretas que se han dado a nivel políticos en España, la iniciativa de algunas empresas pioneras o el caso de la Comunidad Valenciana, donde sí que se está empezando a probar de forma algo más concreta. Por ahora, el debate ha ido mucho más allá, con fórmulas que apuestan por reducir el sueldo en proporción y también con otras, como la belga, que proponen que en realidad se compriman las 40 horas semanales que vendrían a ser habituales en cuatro días, generando debate.